El encuentro «Justicia y medios de comunicación» de la UIMP se ha iniciado con un debate sobre el artículo 520 de la LECrim que obliga a proteger la imagen, el honor y la intimidad de los detenidos en el momento de su arresto y en los traslados posteriores para evitar la conocida «pena del telediario». El magistrado y director del curso Ignacio U.González ha moderado esta mesa redonda en la que han participado la magistrada Begoña López y la periodista María Peral.
López ha afirmado que el derecho a la libertad de información puede estar relacionado con los hechos, pero no con la imagen de la persona: «La grabación de imágenes de un detenido es veraz; ahora, yo discuto que eso forme parte del derecho a la información porque choca con el derecho de presunción de inocencia», ha dicho.
Respecto a la función de los medios de comunicación, la magistrada ha disertado sobre su papel y ha afirmado que «las imágenes de personas esposadas estigmatizan más que la propia detención», y ha expuesto que los medios «no tienen ningún tipo de sanción por las publicaciones en estos casos».
Así, López ha reclamado la actuación de las autoridades y fuerzas de seguridad del Estado: «Deben hacer todo lo posible para preservar la presunción de inocencia y compatibilizarla con el derecho a la información».
Por su parte, María Peral ha opinado que esta ley «carece de sentido común» y ha mostrado su disconformidad sobre «el tratamiento que desde los medios de comunicación hacemos de las personas detenidas cuando las presentamos ante la opinión pública».
La periodista de El Español cree que «el 100% de los investigados en procesos mediáticos daría lo que fuera por no ser objeto de publicidad alguna», ya que el principio de publicidad solo se «predica» en la Constitución Española en actuaciones judiciales.
Peral ha incidido en que las fotografías y grabaciones que se muestran en los medios de comunicación existen «porque las Fuerzas de Seguridad lo permiten y propician», aunque «la posibilidad de publicar es del medio».
Respecto a este asunto, Peral ha sentenciado que los periodistas «debemos estar comprometidos» con la salvaguarda de los derechos fundamentales al honor, y «tomar conciencia» de no ejercer su trabajo «en contra de los derechos humanos».
Así, ha puesto como ejemplo la legislación francesa, que «no permite publicar en ningún medio las imágenes de personas esposadas». Algo que no será posible «sin una reforma legislativa contundente que pierda el miedo a los lobbies periodísticos».
Segunda jornada
La segunda jornada del encuentro se ha dedicado a tres intensos debates sobre la presencia de los medios en las salas de vista, las filtraciones de los sumarios y el periodismo de investigación. Los periodistas Ignacio Escolar (Diario.es), Jesús Maraña (Infolibre), y Carlos Berbell (Confilegal) han debatido sobre estas y otras cuestiones con los magistrados Javier Martínez, Ana Ferrer y Álvaro García, lo que ha desembocado en un vivo debate sobre los puntos de colisión entre ambas profesiones.
Ferrer, magistrada del Tribunal Supremo (TS), ha recordado que la presencia física de los medios de comunicación en un juicio es legal tras al cambio de legislación que se produjo con la creación del Protocolo de Comunicación de la Justicia del año 2015.
Ferrer, que ha calificado esta reforma de «ambiciosa», ha incidido en la publicidad de las vistas orales: «Son públicas bajo pena de nulidad, públicas aunque el Tribunal de oficio puede restringir este supuesto». Como antecedentes, la magistrada ha citado el cambio de legislación del año 2005, momento en el cual «el Tribunal Constitucional (TC) hizo una apuesta decidida por la transparencia y la consagración de la publicidad». Respecto a este tema, Maraña ha destacado que la retransmisión de estos procesos mediáticos tuvo un mayor auge con la creación y «explosión» de nuevos canales privados de televisión, lo que supuso «el nacimiento de grandes grupos de comunicación» cuyas prioridades se basan en mayor medida «en el negocio y no en la función periodística». El director de Infolibre ha afirmado que, pese a que estos grupos mediáticos «buscan la banalidad y el entretenimiento», se necesita la publicidad del proceso judicial. «La justicia secreta no es justicia democrática», ha afirmado.
Las filtraciones de los sumarios
Por su parte, Martínez ha comenzado su intervención destacando que las filtraciones en los sumarios en ocasiones «afectan a derechos de los ciudadanos» como el honor, y por ello aboga por que existan partes de los sumarios que sean «secretas y reservadas», ya que «las leyes están para cumplirlas». El magistrado, que también ha ejercido de periodista, ha querido estrechar lazos de unión con los que fueron sus colegas, pero ha reivindicado que «se llama secreto de sumario por algo».
Respecto a este tema, Escolar ha expuesto a los alumnos casos concretos en los que su medio ha tenido acceso a diferentes sumarios: «El derecho a la información exige mucha responsabilidad». El director del Diario.es ha defendido el trabajo riguroso y profesional y se ha referido al Caso Torbe: «Publicamos muy poco y con mucha prudencia para no poner en peligro la investigación, pero nuestro trabajo no es velar por ello, sino informar», ha puntualizado. Escolar ha defendido la necesidad de la transparencia de cuestiones públicas y de interés ciudadano ya que, según el periodista, «el debate periodístico es si se debe o no publicar diversas informaciones», y ha puntualizado que él y su equipo analizan y estudian pormenorizadamente todos los casos. También ha destacado que «estaría bien tener las reglas claras, saber qué información puede o no ser publicada», ha finalizado.
El periodismo de investigación
García ha disertado sobre la posibilidad de que el buen periodismo busque la verdad: «La verdad tiene muchas caras, y hay que tener en cuenta los términos absolutos de lo que es la verdad». El fiscal ha destacado el poder de la prensa, aunque se trata, en su opinión, de «un poder sin control ni transparencia alguna». Asimismo, ha lanzado una crítica constructiva a la intervención de Escolar al alegar que «por mucho que un periodista se empeñe en contrastar fuentes, siempre va a ser de forma unidireccional», lo que supone un problema a la hora de verificar datos de relevancia para las publicaciones.
El punto final a estos coloquios lo ha protagonizado Carlos Berbell, quien ha destacado que la función de un periodista de investigación es «sacar aquello que no se quiere que se sepa». El director de Confilegal ha destacado el trabajo continuo que supone el periodismo de investigación, ya que «hay que seguir investigando y llegar a la verdad, sin fiarte de nada de lo que te cuenten». Por último, ha dicho que el derecho de información y la libertad de expresión son el «signo de la democracia». «Si no existiéramos los periodistas, esto sería una tiranía».